En este post queremos esclarecer algunas dudas e inquietudes que se relacionan con el bullying en personas con condiciones del espectro autista. Por ejemplo, hablaremos de la manera en que se puede prevenir y cómo hablar con los chicos y las chicas sobre este tema tan importante.
Para eso, es importante que primero revisemos juntos de qué se trata el acoso escolar, ya que no todos los conflictos entran en esta clasificación.
No será raro ver una que otra discusión y pelea entre niños y/o niñas, y no en todos los casos será un problema de acoso. Son tres los criterios que se cumplen cuando hablamos de acoso escolar y los mismos aplican cuando el acoso tiene como víctima a personas con condiciones del espectro autista:
- “Abuso de poder”: el acoso se genera en una situación de desigualdad entre los implicados, el que acosa y la persona que sufre el acoso. Puede verse una relación de desequilibrio de poder, quizás la persona acosadora es más fuerte físicamente o verbalmente y muchas veces es apoyada por un grupo. Por otro lado, el acosado/a está más indefenso/a y no puede salir de esa situación por sí mismo/a. Otra cosa es cuando el poder no se ejerce autoritariamente, sino que se aplica con democracia, por ejemplo, cuando un compañero ayuda a otro que está en situación de desventaja y hay una situación asimétrica de poder.
- “Intención de dañar”: se quiere perpetrar un daño, ya sea físico, verbal o psicológico. Los agresores actúan premeditadamente y no de manera impulsiva. Intentan generar miedo, angustia o dañar a la víctima, aunque pueden no ser conscientes de las consecuencias.
- “Repetición”: estos actos se repiten y siguen por un tiempo, agravándose la situación.
Cualquier alumno/a podría ser víctima del acoso escolar, pero existen ciertas condiciones de riesgo en las víctimas como el aislamiento, la indefensión o cualquier característica de sus condiciones. Si hablamos de los niños/as con autismo, sabemos que las víctimas tienen en común la discapacidad, esto hace que permanezcan en una situación distinta respecto a los agresores y al grupo que lo acompaña.
Los alumnos/as con autismo suelen tener menos amistades y relaciones menos duraderas, de menor calidad. Entonces es esta falta de apoyo social un factor de riesgo importante para ser víctima de bullying o acoso.
Las personas con condiciones del espectro autista son un grupo más vulnerable a recibir maltratos y tienen más probabilidades de ser víctimas.
Aun así, no todo el alumno o alumna con autismo recibirá acoso, ya que no solo están implicadas las características personales, sino que también influye mucho el el aula y el contexto en el que está inmerso.
Seguramente te estés preguntando: ¿cuál es la mejor manera de hablar sobre el bullying con ellos? ¿Cómo afrontarlo?
Los chicos y chicas con condiciones del espectro autista presentan dificultades para distinguir e interpretar las intenciones de los otros y el por qué de sus comportamientos. Muchas veces, no pueden interpretar el acoso, quizás piensen que están siendo atacados solo al sufrir un golpe o empujón. Es por ello, que necesitan que se les enseñe más explícitamente sobre el acoso, qué representa y la distinción entre acoso, accidente o malentendido. De esta manera, podrán adquirir comprensión social y sabrán de qué manera reaccionar ante estas situaciones.
Hay muchas herramientas que pueden ser útiles al fin de que las personas con autismo puedan distinguir comportamientos relacionados con el bullying escolar, como por ejemplo: mostrándoles historias sociales; ejemplos con dibujos, gráficas o fichas de situaciones hipotéticas con sus supuestas soluciones; entre otras cosas.
Lo importante es que puedan identificar la situación de acoso para que puedan pedir ayuda.
¿Se puede prevenir el bullying?
Hay ciertas medidas que los profesores pueden tomar para evitar casos de acoso.
Por ejemplo, tratar el tema trabajándolo como un contenido más de las clases; detectar el sufrimiento de algún alumno y convocarlo a compartir lo que le sucede; observar cuando un chico no comprende las normas de un juego y realiza conductas desajustadas a esas normas que son objeto de burla de sus compañeros; percibir que algún alumno falta mucho a clase, se niega a asistir, baja el rendimiento e interiorizarse acerca de los motivos.
También se puede abrir un espacio de charla grupal en el que cada alumno pueda contarle al resto qué cosas le gustan o disfruta junto a sus compañeros, y cuáles le disgustan o hacen sufrir, eso permitirá trabajar el tema de la diversidad, fomentando el respeto por la singularidad de cada una de las personas.
Diseñar proyectos de convivencia acordes a las necesidades del grupo de clases es otra posibilidad.
Igualmente, se debe tener en cuenta que son más las probabilidades de que exista acoso escolar en horarios desestructurados y sin controles, como en los recreos y en el patio del colegio, lugar en el que se repiten mucho estas situaciones. Por lo tanto, se necesita de una intervención específica para rechazar conductas excluyentes y generar un ambiente más pacífico que reduzca el riesgo de acoso.
¿Cómo se debe abordar el acoso escolar en clase?
Es necesario formar a los alumnos y trabajar en la resolución de conflictos, esto fomenta un clima positivo en clase y le brinda a los alumnos estrategias y habilidades de comunicación para que puedan manejarse en estas situaciones de riesgo.
Se les debe enseñar a resolver cualquier situación de manera pacífica, sin imposiciones, ni de manera violenta.
Pueden realizarse actividades antiacoso de forma sistemática, simulaciones de escenarios posibles, también mediante cómics, películas, videojuegos, obras de teatro. Son buenas herramientas para evitar el acoso en clases.
Gracias por leernos, este tema es muy importante, en especial para los niños con condiciones del espectro autista.