Hace unos días leí sobre la periodista María Julia Oliván. En una nota que ella misma dio a La Nación, se abrió al público y contó su historia, indicando que hace cuatro años decidió pausar su carrera tanto en televisión como en radio, para poder dedicarse exclusivamente a su hijo, Antonio, diagnosticado con autismo.
La determinación le permitió ser una mamá a tiempo completo con el fin de ayudar a su hijo a progresar y, hoy en día, se ha convertido en una gran referente para muchas mamás y papás que la siguen.
En la entrevista, ella menciona que sin contar con experiencia o conocimientos sobre autismos, con los miedos y las incertidumbres que todo padre tendría ante una situación como esta, fue aprendiendo cada día un poquito más, con ayuda de profesionales y el día a día con su hijo. Incluso, fue compartiendo la experiencia en sus redes sociales, contando sobre los tratamientos de su hijo, logros y aprendizajes de cada día.
Sin imaginarlo, la periodista se convirtió en una gran fuente de consultas de padres y madres que estaban atravesando la misma situación. Esto fue el disparador inicial para darle a su experiencia un giro periodístico y lanzó un podcast llamado: “Chats de mamis” contando su experiencia. Hoy, se encuentra entre los ocho podcast más escuchados en la plataforma Spotify.
¿Cómo fue el diagnóstico de su hijo?
María Laura era madre primeriza y, en una de las consultas de rutina con el pediatra de su hijo (Antonio tenía un año y medio), el Doctor le consultó cómo era el juego, ya que notó algunos signos de alarma en el niño y lo derivó a un neurólogo infantil especializado en trastornos del neurodesarrollo.
No se demoró en llevarlo a realizar los estudios, el médico le dijo que tenía un retraso en la comunicación y el lenguaje y mencionó la palabra TEA. Este era un diagnóstico presuntivo, por la edad de Antonio, había que esperar un tiempo para poder saberlo con certeza.
Cuando tuvo el diagnóstico definitivo, la madre se propuso sacarlo adelante y verlo progresar, obviamente con altibajos, días buenos y otros no tanto, pero siempre para adelante con la estimulación que Antonio necesitaba.
Mas ande otro criollo pasa Martín Fierro ha de pasar, Nada la hace recular Ni las fantasmas lo espantan; Y dende que todos cantan Yo también quiero cantar.
Reflexión
En palabras de Liliana Kaufmann, quien reflexiona a partir de esta hermosa entrevista a Oliván, esta experiencia nos ayuda a comprender las consecuencias en las emociones de las familias cuando se enteran de que su hijo, o uno de ellos, tiene condiciones del espectro autista y cómo surge una inmediata necesidad de modificar las costumbres y rutinas familiares.
El estrés de los padres, suele estar relacionado con ciertas conductas del hijo y, recíprocamente, suelen potenciar la angustia en el clima familiar; asimismo, es posible que surjan nuevas tensiones en la pareja parental, mientras que si hay hermanos, estos evidencien diferentes formas de sufrimiento.
Por todo ello, es que los espacios de contención se vuelven muy importantes, al igual que la intervención profesional para con el niño en cuestión y para quienes lo acompañan (padres, familiares, docentes, etc.).
Te recomendamos escuchar el podcast de María Julia Oliván para conocer más sobre su historia como mamá de un niño con autismo.
→ Aquí podés leer la entrevista completa del diario La Nación.