En esta nota del diario Clarín a Liliana Kaufmann, se reflexiona acerca de la responsabilidad que tenemos como profesionales de no dejar caer a nuestros pacientes en la “prisión diagnóstica”, ya que tal como ella lo relata: “Un niño con autismo no tiene techo. Sus transformaciones son infinitas”. Te invitamos a leer la nota para que juntos reflexionemos y saquemos nuestras propias conclusiones.
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